lunes, 27 de abril de 2009

Nuestro papel


Gracias  Mario Benedetti, por el fuego.

 

Galia  Goro

 

 ¿Qué les queda por probar a los jóvenes

en este mundo de paciencia y asco?...

también les queda no decir amén

no dejar que les maten el amor

recuperar el habla y la utopía

ser jóvenes sin prisa y con memoria

situarse en una historia que es la suya

no convertirse en viejos prematuros

Mario Benedetti

 

< ¿Qué les queda por probar a los jóvenes/en este mundo de paciencia y asco?> Se preguntó Benedetti. Ahora, como parte de la juventud actual, me pregunto lo mismo, ¿qué nos queda por probar, por vivir o por pensar?

Nos hallamos en un mundo saturado de estereotipos. Existen reglas estrictas para prácticamente todo: desde la belleza y el amor, hasta la razón, la inteligencia e incluso la conciencia. Hombres y mujeres tenemos modelos ideales, los que debemos seguir y mantener si queremos “vivir felices”. Y además  de la ya de por sí indignante esencia de los estereotipos, residen en ellos circunstancias todavía más indignantes. Razonamientos contradictorios. El estereotipo impuesto a los jóvenes no rechaza la conciencia, la rebeldía que todo joven tiene, sino que la integra a su juego, y esto es una clara contradicción, debido a que la característica esencial de la juventud (la conciencia, por si lo hemos olvidado), incluye la crítica, el análisis, y con esto, el cambio.  ¿No es contradictorio, entonces, encontrar el cambio en algo llanamente impuesto?  

Ejemplo de ello es cómo han jugado con la conciencia ecológica. Le han quitado su esencia y vuelto moda. Nos impulsan a cuidar el ecosistema las mismas empresas creadoras de la catástrofe ambiental en la que estamos.

Quitándole entonces la particularidad de cambio a la conciencia, acaban con la misma conciencia. La matan y la sustituyen por conformismo maquillado de rebeldía.

                Gracias al éxito de los estereotipos, éstos siguen de pie. Los mismos que han caído en estas trampas se encargan de cuidar su continuidad. No es fácil y muchos lo saben, ser partícipes del cambio, pues las personas merecedoras del título son víctimas del señalamiento y distanciamiento social. Así es, pues, como los estereotipos son tan exitosos.

                Entra aquí también el papel de las mujeres en la sociedad. Gracias al orden internacional que lleva la bandera del consumismo, las mujeres hemos pasado, de la sumisión y la esclavitud en la casa, a ser simplemente un objeto sexual. Claro que no todas tienen la “fortuna” de entrar en éste también prototipo de mujer. En este sistema social y económico, las “menos afortunadas” simplemente son ignoradas. Maquillado con la liberación sexual, somos objeto de placer masculino. Digo “maquillado”, porque la liberación sexual femenina no se trata de vivir el placer de otros, sino de vivir nuestro propio placer. Esto sucede al mismo tiempo que vivimos en una doble moral, porque recordando que los impulsores del sistema han sido siempre la parte más conservadora de la sociedad, éstos aceptan la sumisión sexual comercial de las mujeres, pero rechazan la verdadera liberación sexual femenina.

                Y con el rechazo a esta liberación, también llega la oposición a la liberación sexual de la juventud entera. Las reglas impuestas al amor, llevan ocultamente una oposición a lo sexual, que es, junto con el amor, que es su parte emocional, de lo más puro y bello en este mundo de rutina y ruina (Benedetti). Nos separan entonces, de uno de nuestros principales impulsores: el amor, la pasión, la ternura;  éstas últimas como consecuencia directa del primero.

Todas estas armas usadas por la clase en el poder, para silenciar la voz en nuestras cabezas jóvenes, no demuestran más que el temor de éste a la juventud. La primera reacción al temerle a algo superior a nosotros, es la violencia. Nos violentan sicológicamente día a día con el aplazamiento que sufren los que no entran en sus estándares, nos violentan separándonos de nuestras metas e ideales, de nuestros sueños y utopías. Crearon además, la represión policial, en la que no se preocupan, ante los ojos de los violentados, de esconder la violencia. Los poderosos temen a las críticas, y más a las de los jóvenes, que son las más consistentes, las menos corruptibles, por eso no esperan a ofertar alguna cantidad o puesto, sino  que buscan “matar la semilla”, tratando así de convertirnos en lo que Salvador Allende llamó jóvenes viejos.

 

Ya somos todo aquello/contra lo que luchamos a los veinte años.

 

José Emilio Pacheco

Efectivamente, la juventud es una etapa de ideales y utopías (que pueden aún ser una realidad), y la adultez debería ser una etapa de maduración ideológica, seguida de una crítica con menos desatinos, sin olvidar por lo que se luchó en la juventud. Pero la mayoría de las veces la adultez forma parte de la madurez conformista, que ahora maldice y condena a la juventud rebelde (Quino).

            Y así como existen los jóvenes viejos, que son los que aún siendo jóvenes reúnen las características conformistas, mediocres e inmutables de los viejos, para Salvador Allende, también existen los viejos jóvenes, en los cuales, según sus palabras, se encontraba. Estos son los que aún siendo viejos, reúnen características de los jóvenes, apoyan y aplauden al razonamiento joven, que no por ser joven es siempre correcto. Los jóvenes debemos aprender también humildad, para cuando necesitemos correcciones, llamados de atención o, en casos más graves, una que otra bofetada.

<Después de todo, es preferible haberse equivocado en medio de la brega por la justicia que haber acertado en la lisonja del Imperio>

Mario Benedetti

 

¿Qué nos queda, pues, por probar y vivir a nosotras y nosotros los jóvenes? No conformarnos, no atarnos, no delimitarnos. Buscar incesantemente la libertad, nuestra y de los demás. Amar y disfrutar, pero sin cerrar los ojos ante las injusticias. No hacer oídos sordos, ni atarnos nosotras y nosotros mismos las manos. Vivir nuestra juventud que será (esperando que me equivoque) la única etapa en la que pensaremos que podemos vivir sólo del amor. Aferrarnos a nuestras utopías, que entre más se luche por ellas, más les surge lo real. Analizar, criticar, idealizar, luchar. Eliminar los símbolos en las camisetas y, según Benedetti, volverlos lo que fueron: proyectos de cambio. Vivir con verdadera conciencia, no con la estúpidamente impuesta. Recordar que este mundo no es nuestro, que no vivimos solos y que somos dependientes de todos los demás seres vivos que residen aquí, y como nuestros benefactores, les debemos respeto y agradecimiento. Saber que no necesitamos tener la misma ideología para, conjuntamente, ser proyectos de cambio. Pensar que quizá compartir una ideología sin cambiar siquiera alguna premisa, sea un tanto contradictorio. Estudiar, reconociendo esta acción como única para poder alcanzar la verdadera libertad. Pero estudiar diferente a lo impuesto, adquiriendo mayores conocimientos y no conformarnos con la historia o verdad oficial.

De la juventud no quedan ruinas ni cenizas ni escombros. Queda, eso sí, una caudalosa propuesta de cambio y hasta un amago de revolución.

Mario Benedetti

Nos queda organizarnos, para que nuestros pensamientos no se queden simplemente en eso, y actuemos. Para que así, posiblemente, con constancia y perseverancia, logremos parar el deterioro ambiental y social del mundo, y logremos todas y todos juntos, la soñada y tan mencionada, Revolución.

 

Soy un poeta viejo y un viejo poeta, que en lugar de pensar –como muchos de los de mi generación- que los viejos somos sabios, me pregunto, cada día que pasa, si el mundo no estará así porque no les dejamos lugar a los jóvenes.

Incuestionablemente, Mario Benedetti

 

Si con éste escrito mal redactado y de pobres palabras he podido revivir las mariposas en el estómago de uno o dos lectores jóvenes o viejos jóvenes, o he podido ser blanco de críticas (quizá en su mayoría negativas) habré satisfecho mi afán.

 

Noche Juatarhu.

por Nin

PREÁMBULO.

Reunión Juatarhu.


Lo contaré desde una perspectiva muy personal, generalizar sería descuidado y egoísta de mi parte (características típicas en mi persona, pero me levanté de güenas, así que por hoy estoy dispuesta a dejar de lado ), además tomando en cuenta que era mi primera junta como integrante de Juatarhu. La distracción es un mal omnipresente y no podía faltar en tan magnífica reunión, así que cuando se nos preguntó si teníamos ideas para el concierto la escena siguente fue la de un grupo de jóvenes rascandose la cabeza, mirando al techo como esperando a que pase una parvada de aves, quitandose pelusitas invisibles de la ropa, o mirando al vacio, como si este tuviera la respuesta (y otras mas). Así que notando nuestra falta de seguridad para externar nuestras geniales y atípicas ideas, la maestra Cardiela procedió a integrarnos en una dinámica para hacernos despertar de nuestro aletargo adolescente (bueno, el mío es algo asi como postadolescente). Arre pues. La dinámica nos aflojó cual zapatito bañado en alcohol, a lo cual procedimos a escribir y/o dibujar nuestro viaje casi onírico para compratirlo grupalmente; fue así como aparecieron esas ideas, como bolitas de plastilina arrojadas al centro las ideas fueron moldeadas y adheridas entre sí, tomando formas insospechadas, árboles de colores, con ojos, orejas, pintura, globos, el mundo en nuestras manos... en fin, pachequismo al extremo (sin la quema de alguna planta de por medio, recordar que somos pues ambientalistas).


Bueno, ya sobradas las ideas, procedimos a seleccionar las que estaban a nuestro alcance de materializar, hablamos de  presupuesto disponible, formamos grupos, hicimos una larga lista de pendientes, pendientes que en los días siguentes serían cumplidos y posteriormente tachados sin compasión, días en los cuales mi tarea principal (titánica, por cierto) fue alimentar a tanto joven entusiasta. Cuando menos lo esperamos estábamos a un día del concierto, derrapando en tiempo... pero no os preocupeis, todo está fríamente calculado.


EL DÍA.

Me levanté tarde y prefiero tomarlo como un buen augurio, no me gustaría sufrir de pérdida del cabello tan temprano. Se nos encomiendan algunas tareas que cumplimos con nerviosismo, pero satisfactoriamente. Me toca quedarme en casa a preparar algo de comer, mientras Toto se encomienda para ayudar el en escenario. Las cosas marchaban bien con bastante naturalidad; en casa Ixcheel e Ío me ayudaban a enderezar al anfitrión, el cual había nacido la noche anterior y al parecer también estaba nervioso. Toto me mandaba mensajes de vez en cuando contándome como se veían las cosas desde el otro extremo, Cardiela llegaba de vez en vez para cargar la camioneta con el equipo necesario, tarea que le llevó varios viajes, la tensión comenzó a apoderarse de los involucrados, las cosas estaban casi listas cuando Toto me manda un mensaje... su guitarrista no llegaría, más aún, no había llegado ninguna banda para la prueba de sonido; sinceramente las cosas se tornaban un poco grises y solo nos quedada esperar, eran detalles que escapaban de nuestras manos. Pasaron algunos minutos antes de que se nos informara que habían llegado unas cuantas bandas: Echeri, Iration Crew, la mitad de Cruel Amanecer y Keep Out, estos últimos unos chicos que no estaban programados, pero vaya, eso era lo de menos... Llego la hora anunciada, y acudimos al llamado de nuestra guía organizadora, Cardiela nos pidió que miráramos ese escenario, los pequeños bultos de semillas que se arrimaban a nuestros pies, nos pidió que pensaramos que había pasado antes de llegan hasta ese momento y nos pidió la última tarea: disfrutar lo alcanzado, cosa que ni tardos ni perezosos nos dispusimos hacer.

Abrió el grupo Echeri, quienes nos invitaban echarnos sobre el pasto y y relajarnos ante un sol agonizante, me encomendé hacer lo propio con cerveza en mano, sería el trabajo de esa mano el resto de la noche. Echeri bajó del escenario cediéndolo a Iration Crew, que actuaron bajo la transición de luz natural a las multipremiadas luces robóticas. Iration Crew se despidió, entre bailes y meneos para que los chicos que llegaron de manera imprevista hicieran lo suyo. Keep Out, subió para hacer un pequeño check sound antes de tocar. Entre covers y material propio tocaron de manera desenfadada, y se hicieron de un grupito de chicas que coreaban y les hacían peticiones. Cuando Keep Out terminó, fue la hora del grupo local quienes sufrían el pequeñísimo detalle de que no tenían guitarrista... asi que a emplear la de los jazzistas. Se produjeron entonces evoluciones sonoras, durante las cuales aparecieron globos, colores, y el mundo. Despliegue de sentimientos varios y el silencio... La noche continuaba, y la otra mitad de Cruel Amanecer había llegado, se situaron en sus respectivos para cerrar la noche con la contundencia que ofrece el metal. Slam, sudor, risas, erotismo infravalorado, la noche no cobija, ésta es fría, lo que nos cobijó esa noche fue que todos estuvimos ahí por una misma razón, razón que introspectivamente sea ligeramente desigual por la fortuna de ser individuales, y a la vez un equipo. La noche terminó cándida, todos sobre el escenario, seguramente satisfechos por lo aprendido en los ultimos días. Bajamos y el cansancio apareció si dar tregua, pero como alguien (haciendo gala de lucidez) dijo por ahí "Esto no se acaba hasta que se acaba". 

Acarreo cosas hacia la camioneta, cerrando un día que comenzó hace casi una semana, sintiendo el rigor de unas cuantas cervezas.