lunes, 20 de junio de 2011

Testimonio 2

Era viernes, estábamos tranquilamente jugando en los jardines de la plaza grande de Pátzcuaro, bueno, Angie y yo sólo nos divertiamos viendo jugar a Jero, Christiaan, Merlín, Aurin, Bruno, Mati, y Andrés. Momentos después fueron a corrernos de ahi los policías, así que decidimos ir unos a comprar algo de agua, otros al baño... Yo estaba con Christiaan y Jero. Ellos me esperaban enfrente del baño, y en cuanto yo iba saliendo vi que empezaron a cerrar puertas de negocios, aunque era aún temprano (9 de la noche) Crucé la calle y me reuní con ellos, vi gente correr pero no le di importancia hasta que volteamos y vimos Fuego! No imaginamos que sería un auto incendiandose, no por accidente, claro está. Aún con calma fuimos a buscar a los demás, pero ya no estaban, así que tras unos minutos decidimos mejor ir a casa de la abuela de Angie y Christiaan, porque quizás ahi estarían. Llegamos y no estaban ahi, lo angustiante fue que algo extraño sucedía con las líneas de comunicación, así que tras muchos intentos pudimos hablar con Aurin, que nos dijo que estaban bien y que enseguida irían con nosotros. Subimos a la azotea (por así llamarle) y notamos que había algo más incendiandose, otro auto, pero ésta vez en la plaza Chica, enfrente de la biblioteca. Por donde justamente habíamos pasado minutos antes.
Ya que llegaron todos, y Beto, pudimos armar las piezas del rompecabezas, o algo así para ver como fueron las cosas, curiosamente desde distintos lados de la plaza, ja! Y hasta desde el centro.

Horas después de esto, la ciudad se encontraba desierta, y las autoridades empezaron a extinguir la evidencia de lo sucedido. En la mañana ya lo único que se podía observar era el piso un poco más negro. Dicen que no hubo ningún herido, pero y la tensión y el susto de esos momentos, quién te la quita?

Io Paula


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