martes, 4 de agosto de 2009

BRIGADAS HERMANAS

Texto: Cardiela Amézcua
Fotos: Ramón Merino
Echeri Consultores A.C.

Crecer es avanzar,
no detener la mirada,
soltar libres las manos
y el cuerpo se vuelve ave
que respira las montañas.
Ana Aridjis

El 5 de junio iniciamos la temporada 2009 de Reforestaciones de Reforestamos México A.C. y Echeri Consultores A.C. en la cuenca del lago de Pátzcuaro, con los programas Crea Bosques y la Brigada Juvenil Forestal "Juatarhu"... A dos meses de labor ininterrumpida, los jóvenes de Juatarhu apoyaron las 15 reforestaciones de las escuelas primarias y secundarias de Crea Bosques, con las que se plantaron 10.000 árbolitos pino greggii y cedro blanco , y realizaron más reforestaciones en colaboración con la brigada "Jóvenes trabajando x tu comunidad" con quienes plantaron 5000 arbolitos; todos los árbolitos fueron aportados por el vivero The Cruz Habitat Protection Project de José Luis Álvarez.

Manos, corazones y entusiasmos juntos.

Los chavos impartieron talleres para niños y jóvenes sobre cultura forestal y cuencas, así como la implementación de una campaña sobre educación ambiental y residuos sólidos y la elaboración de tecnologías apropiadas en materia de conservación de los bosques por medio de la construcción de estufas ahorradoras de leña.


En la biblioteca "Che Guevara" de San Francisco Uricho


Terminaron su calendario de reforestaciones y al 31 de julio lograron plantar 15,000 árboles en los municipios de Erongarícuaro, Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Quiroga, Salvador Escalante, Lagunillas y Huiramba, todos de la cuenca del lago de Pátzcuaro.


Los jóvenes con los niños de San Francisco Uricho... dibujaron y plantaron árboles


Como parte de su preparación para esta intensa labor forestal, los Juatarhu recibieron diversas capacitaciones sobre siembra, reforestación, suelos, tecnologías apropiadas, desarrollo comunitario y manejo forestal sustentable, así como cultura forestal y educación ambiental a través del arte que fortalecen su propuesta de Arte-Acción-Forestal.


Reforestación en Hurich ecoturismo, sede del campamento permanente de las brigadas "Juatarhu" y "Jóvenes x tu comunidad"


Para cumplir con estas capacitaciones fue indispensable la sinergia entre Reforestamos México A.C. y Echeri Consultores A.C. con la Lic. Ma. Esther Millán de la Secretaría de los Jóvenes de Michoacán, el Prof. Eleazar Aparicio Tercero, Presidente municipal de Erongarícuaro, y el centro de Ecoturismo "Hurich", así como autoridades comunales, ejidatarios y pequeños propietarios de la cuenca.


El Presidente de Erongarícuaro visita a los Jóvenes de las brigadas hermanas y los invita a tener precaución y atención en las actividades de reforestación, educación y cultura que realizarán en la región.


Los Juatarhu y la brigada hermana han aprendido más allá de utilizar una pala y un pico para abrir una cepa, y la forma correcta de colocar el árbol para que tenga mayores posibilidades de sobrevivencia, los he observado en cada reforestación y tengo por certeza que los valores: amor, atención, respeto, solidaridad y perseverancia, se han ido plantando en ellos mismos al tiempo que van creando nuevos bosques para el presente y el futuro de su propia vida.


Preparando el cuerpo para la aventura reforestadora de cada día.


Ahora hablan de la tierra, de la humedad, de las raíces, de la distancia entre cepas, de los nutrientes y la lluvia, de la pendiente de una ladera, de los peligros del libre pastoreo para los árboles recién plantados, de la participación o apatía de las comunidades y las autoridades, lo hacen con el mismo impetú con el que hablan de su música, de sus narraciones, de sus dibujos, de sus estudios y su fantasía creadora... a cada reforestación que pasaba, más se compenetraban en la razón y el sentido de la recuperación y la conservación de nuestros bosques... ahora tiene más presencia su capacidad para tomar desiciones sobre su actuar en beneficio de su planeta, porque son sus propias manos y su voluntad las que colaboraron con el poder de creación de la naturaleza.


Entrando a la espiral donde reflexionamos colectivamente que en la vida todo esta unido... todos estamos interrelacionados.


Vivieron verdaderas aventuras en cerros lluviosos donde conocieron animales que nunca habían visto y plantas que les recordaron que les pueden causar urticaria; más de alguno recibió la bienvenida de las espinas, los ajuates y los piquetes de insectos, sin embargo persistieron hasta el final de la jornada reforestadora de tres intensas semanas, se ajustaron el sombrero -también aprendieron que una gorra no es suficiente para controlar la insolación- se arremangaron la camiseta y siguieron adelante hasta terminar cada uno de los árboles designados para cada predio... fueron reforestaciones pequeñas de entre 500 y 1,200 árboles por vez, así de poco en poco cumplieron la meta de los 15,000 árboles... claro! en dos meses, entre los 16 Juatarhus, los niños y niñas de las escuelas de Crea Bosques y los chavos de "Jóvenes trabajando x tu comunidad"... todo un mundo de manos nuevas para hacer poesía entre la tierra con pequeños árboles con vocación de cielo.



Con amor, sin prisa, con alegría y consciencia que estamos colaborando con la naturaleza.


Y todo esto cobra aún más significado si recordamos que en Michoacán estamos viviendo una inédita historia de violencia e inseguridad, tan solo hay que recordar que el viernes 10 de julio, en su último día de campamento en el zoo de Morelia, vieron el amanecer con otra mirada, con el agradecimiento de la vida y su misión para estar en ella, que trasciende la realidad inmediata de la brutalidad humana... y cuando de regreso al lago fueron recibidos con un sábado en el que la policia federal de Pátzcuaro fue atacada con lujo de violencia, que diera las pautas para pensar en una guerra que se hace cada vez más presente en la vida cotidiana, y por lo tanto, en las acciones de los jóvenes que se aventuran a salir a los cerros y cruzar las laderas reforestando.



Unos abriendo cepas, otros plantando árboles... todos extendiendo las raíces y abriendo las alas.



En este contexto, haber mantenido un campamento estable durante tres semanas, con 40 jovenes reforestando por la cuenca -en especial en el municipio de Erongarícuaro- parecía de locos o desfasados de las circunstancias de inseguridad, sin embargo, la estrategia fue abrir el tema de la realidad nacional y estatal con los chavos, hablar directamente para hacer un análisis crítico y creativo de la realidad, juntos los Juatarhu, los Jóvenes x tu comunidad, Echeri, RM y nuestros aliados: la Presidencia de Erongarícuaro y la Secretaría de los Jóvenes, decidimos continuar y no paralizarnos por el miedo; si bien adecuamos el programa para garantizar la menor exposición al peligro, también es cierto que recibimos todo el apoyo de las autoridades y las comunidades para estar seguros y protegidos.




Pasar la noche en las casas de campaña y la fogata era parte de la delicia y el aprendizaje.

Nosotros, Ramón y yo, por ser los coordinadores y responsables en campo, ante las noticias constantes sobre la situación en el Estado, estuvimos varias ocasiones a punto de cancelar el campamento de reforestación, y al exponerlo ante ellos, se abrían sus ojos, hablaban, compartían, disertaban, analizaban y tomaban desiciones, que iban más allá de ese momento, en el cual decidían no claudicar y persistir... como bien lo hicieron hasta el final de cada segundo de esas tres maravillosas semanas.



La ballena fiel nos acompaño entre cerros y brechas sin desfallecer, cargando jóvenes, árboles, herramientas y sueños.


Cada uno y una de estos impetuosos seres nos han enseñado que son chicos que muy pronto se integraran a la sociedad como jovenes productivos y trabajadores a los que no les asusta la violencia irracional como para ser inocentes y encerrarse o ser heroicos y salir sin consciencia y precaución... crecieron, abriero alas con olor a hierba y cepallón, terminaron con una sonrisa en el rostro y los sentidos muy abiertos a la osadía de plantar árboles como medio de expresión y celebración de la vida.


La foto del recuerdo al terminar la reforestación en Puacuaro, al fondo el lago de Pátzcuaro y la isla Pacanda... cansados y contentos.

Así, entre árboles, tierra, herramientas, amistad y entrañables experiencias, estos jóvenes crecieron juntos, con cada lluvia sus raíces penetraron más la tierra y sus ramas se expandieron para abrir horizontes; ahora son en sí mismos nuevos bosques que otorgan oxígeno a las sociedades sostenibles que estamos creando entre todos los que creemos y creamos otro mundo posible.

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